El pleno funcionamiento de una empresa implica la interacción de la misma con clientes, proveedores y sus propios trabajadores, lo cual deviene en el cumplimiento de diversas cuestiones de índole legal en las cuales convergen la totalidad de las ramas del derecho, siendo una cuestión compleja es menester que las pequeñas y medianas empresas se asesoren de una forma eficiente a fin de optimizar su funcionamiento y dar cabal cumplimiento a los diversos ordenamientos que las tutelan.